Respire profundo y sentí que mis facciones cedian en una especie de sonrisa... y sali a la calle. Note un pequeño sentido de liviandad que recorria mis arterias. Afiné mis sentidos, y reconoci aromas, aquellos que hacen de un lugar ese lugar y no otro. Con mis oidos, los sonidos y las voces...y reconoci con mis ojos, los suelos, las veredas y las calles...tambien ví mi cara en alguien mas. La cara que habia olvidado en mi cama, entre las sabanas, conquistando otro rostro ajeno y ahora angustiado. Como yo.
Pero hoy trato de no sentirme culpable por mi máscara, ya que no es para siempre, solo por hoy, uso la mascara del buen día.-
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